Sal de hierbas casera
La sal de hierbas es una alternativa saludable y fácil de preparar que puede ayudarnos a reducir y controlar el consumo de sodio que tenemos a la hora de cocinar ya que no siempre es recomendable abusar de la sal en los platos.
En este post te explico cómo la preparo y qué ventajas tiene utilizarla en tus platos.
¿Cómo hacer sal de hierbas casera?
El proceso es muy simple. Para preparar tu sal aromatizada en casa, necesitas sal de mesa fina, preferiblemente sin refinar y marina de la mejor calidad posible, hierbas aromáticas secas y/o especias al gusto.
La proporción recomendada es de 1: 1, por lo que por cada 100 g de sal que uses necesitaras 100 g de condimentos o hierbas aromáticas que quieras usar.
Si quieres reducir aún más el consumo de sal, puedes ajustar las dosis para la elaboración de la sal de hierbas casera para que contenga incluso menos sal.
Para poder preparar estas sales de hierbas es necesario:
- Tener nuestras hierbas y especias bien pulverizadas con un molinillo, mortero u otro electrodoméstico que nos permita pulverizar bastante los ingredientes.
- Poner la sal y las hierbas en un bol y mezclar bien (o molinillo).
- Guarda la sal de hierbas en frascos limpios y herméticos para preservar el aroma.
Si tienes un molinillo para las especias, también puede mezclar directamente la sal, hierbas o condimentos y molerlas con lo que vas a conseguir un sabor más intenso.
3 recetas de sal de hierbas
Existen muchas hierbas aromáticas y especias, por lo que también hay múltiples combinaciones posibles para preparar tu sal de hierbas casera.
A continuación, te propongo algunos ejemplos que luego puedes modificar según tus gustos y preferencias:
1. Sal de hierbas para ensaladas
Mezcla la pimienta rosa y albahaca a partes iguales antes de ponérselas a la sal.
Mezclar misma cantidad de sal que de tus especias
Al preparar sal aromatizada para ensaladas, puedes reducir la cantidad de sal que añades aumentando algo las hierbas y especias en proporción incluso llegando a prescindir totalmente de la sal.
Si tienes la presión alta, lo mejor es prescindir todo lo posible de poner sal, con solo añadir la combinación de hierbas aromáticas, aceite de oliva y un chorrito de zumo de limón, tu ensalada quedará muy buena sin necesidad de agregar sal.
2. Sal aromatizada para carnes
Dependiendo del tipo de carne que vayas a cocinar, puedes utilizar un tipo diferente de hierba aromática para tu sal de hierbas casera.
En la mezcla para carnes blancas, puedes, por ejemplo, combinar romero y salvia.
El orégano con tomillo es muy bueno para las carnes rojas.
Recuerda que la mezcla ideal es la misma cantidad de sal que de especias aunque puedes variarlo a tu gusto o necesidades.
3. Sal de hierbas para sopas
La sal de apio es perfecta para condimentar sopas.
También puede agregar otras hierbas como romero, incluso si te gustan, ajo seco en mi blog de recetas de cocina te enseño como lo seco en polvo yo, o bien cebolla y tomillo.
Por qué utilizar la sal de hierbas
Según la Organización Mundial de la Salud, el consumo medio diario de sal es de 10 gramos por persona al día.
Esta cantidad corresponde al doble de la dosis diaria recomendada para una dieta saludable, según ellos y podemos dar sabor y aromatizar nuestros platos con la sal de hierbas casera de diferentes hierbas y a la vez beneficiarnos de las propiedades que estas incluyen.
Si bien es cierto que la sal contiene sodio y este, consumido en exceso, puede producir hipertensión y crear problemas en el sistema circulatorio.