La caléndula es una planta con un merecido reconocimiento en el mundo de las plantas medicinales. Sus propiedades antisépticas, bactericidas, antiinflamatorias, hidratantes y tónicas, así como su delicadeza en pieles sensibles, ha hecho que su uso se haya propagado en cosmética, siendo una planta muy efectiva para tratar problemas de la piel como dermatitis, eczemas, irritaciones, quemaduras, varices etc…
Se suele aplicar en forma de cremas, lociones o aceites para el cuidado de la piel. Y aunque podemos comprarlo en muchos sitios, también lo vamos a poder hacer en casa en forma de oleato o aceite de caléndula consiguiendo obtener un aceite puro, efectivo y 100% natural a un bajísimo coste.
Que necesitamos
- 1 tarro de cristal con cierre hermético con capacidad para 500ml (o lo que vayas a hacer)
- 500 ml de aceite vegetal, por ejemplo de oliva o de almendras
- Flores y tallos de caléndula frescos.
Cómo lo preparamos
- Si es posible cogeremos la caléndula por la mañana, cuando las flores estén abiertas y cortándolas por el final del tallo, eso si, procura no cortar todas de la misma planta.
- Aunque no es lo mejor, podemos lavar las flores con agua para eliminar posibles insectos e impurezas y las dejamos secar bien
- Cortamos la planta y la vamos metiendo en el bote de cristal.
- Llenamos el frasco con aceite hasta cubrir completamente las flores. La planta tiene que estar completamente cubierta con el aceite.
- Cerramos nuestro bote y lo dejamos macerando entre 30-40 días a sol y sombra, procurando removerlo cada día unos 20 segundos.
- Una vez que ya ha pasado el tiempo de maceración, vamos a filtrar el aceite con la ayuda de un colador, y exprimiéndo bien las plantas para que suelten el aceite que ha quedado en ellas.
- Vamos a envasar nuestros aceite ahora de un color marrón-verdoso y con un aroma intenso, en otro frasco de vidrio preferiblemente de tono oscuro y que guardaremos en un sitio alejado de luz y que sea seco, en un armario o mueble por ejemplo.
Aplicaciones del oleato o aceite de caléndula
- Uno de los usos que podemos darle es aplicarlo diluido en un aceite base para elaborar cremas, lociones y jabones.
- Podemos usarlo directamente en la piel como oleato en pieles sensibles o dermatitis.
- Para aliviar las contusiones y además podemos potenciar sus propiedades antiinflamatorias y calmantes, mezclándolo con otros aceites como el de árnica, romero o hipérico, o todos juntos.
- Directamente como oleato para heridas, eczemas, llagas… gracias a sus propiedades cicatrizantes.